viernes, 12 de diciembre de 2014

Funciones del esqueleto humano (II)

Hematopoyética

El cuerpo humano pierde sangre de manera continua, no sólo por hemorragias sino también por envejecimiento y muerte de las células sanguíneas y por consumo de los componentes del plasma o su excreción del cuerpo, por lo tanto, debe reemplazarse de manera continua.

Al mecanismo fisiológico responsable de la producción de la formación y desarrollo normal de las células sanguíneas en la médula ósea, debido a su capacidad de permitir el anidamiento, el crecimiento y la diferenciación de las células germinales hemopoyéticas, se denomina hematopoyesis. Los tejidos que producen células sanguíneas son los tejidos hemopoyéticos, los primeros tejidos de este tipo en el embrión humano se forman en el saco vitelino, una membrana relacionada con todos los embriones de los vertebrados. Este saco retiene su función hemopoyética y se forman grupos de células denominados islas hemáticas, hacia la tercera semana del desarrollo humano, que producen citoblastos primitivos que migran al propio embrión y colonizan la médula ósea, el hígado, el bazo y el timo, donde los citoblastos se multiplican y dan lugar a las células sanguíneas durante todo el desarrollo fetal. 

En la médula ósea roja presente en ciertas partes de algunos huesos se forman los eritrocitos,  leucocitos y plaquetas. En los neonatos, toda la médula ósea es roja y participa en la hematopoyesis, en los adultos, la médula ósea roja está ubicada en  las  costillas,  el  esternón,  la  columna  vertebral,  el  cráneo,  la  escápula  y  la  pelvis. 




Homeostasis de minerales

El esqueleto almacena iones calcio y fosfato, y los libera en el líquido tisular y la sangre de acuerdo con las necesidades fisiológicas del cuerpo, para mantener su equilibrio y distribuirlos a otros órganos.
El calcio y el fosfato se usan para mucho más que la estructura ósea. Los iones fosfato también ayudan a corregir desequilibrios acidobásicos en los líquidos corporales. El calcio desempeña papeles en la comunicación entre neuronas y en la contracción muscular, la coagulación sanguínea y la exocitosis, también es un segundo o tercer mensajero en muchos procesos de intercambio de señales entre células y un cofactor para algunas enzimas. El esqueleto es un depósito de estos minerales, que se depositan allí cuando se dispone de grandes cantidades y se retiran cuando se necesitan para otros propósitos.



Almacenamiento de triglicérido

La grasa es el principal depósito de energía en el cuerpo. La cantidad de triglicéridos almacenados y el número de adipocitos son muy estables en una persona, pero eso no significa que la grasa almacenada esté estática. De manera constante, se sintetizan y almacenan nuevos triglicéridos y otros son hidrolizados y liberados a la circulación. Por tanto, hay una constante rotación de los triglicéridos almacenados, con un equilibrio entre síntesis e hidrólisis, energía almacenada y en uso.
En los adultos, la médula ósea roja es reemplazada paulatinamente por médula ósea amarilla, que contiene adipocitos, la médula ósea amarilla está constituida principalmente por adipocitos, los cuales almacenan triglicéridos que son una reserva potencial de energía. 



Bibliografía:
Kenneth S. Saladin. Anatomía y fisiología. La unidad entre forma y función.  6ª edición. McGraw-Hill Interamericana Editores; 2012.

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